El XVI Festival Anual de Arte Urbano de Placencia se encuentra, una vez más, en pleno apogeo. Este festival de arte anual, que muestra las obras artísticas más emblemáticas y vibrantes de los artistas beliceños, es parada obligatoria en esta época del año. El sol brilla en el mes de febrero, mientras que la brisa del mar otorga una gracia reconfortante. Es un honor participar en los actos locales de inauguración de un festival de Belice; y muchos de los propietarios residentes de Itz'ana, y también miembros de nuestro equipo, se confunden entre la multitud.
Usted podría llegar a jurar que los pétalos de las flores se moverían con tan solo tocarlos debido a su apariencia tan real y perfecto acabado. Pintadas por el artista Kygo Moralez, un joven beliceño de Independence con mucho talento, tanto en el dibujo y la fotografía como con el pincel. Una escena submarina tan vibrante y realista que usted solo querrá zambullirse y comenzar a practicar un poco de submarinismo junto con la tortuga. Este otro trabajo realizado por la propietaria de Placencia Office Supply, Laura Godfrey, que también ofrece sus tarjetas de felicitación a la venta. Los hermanos Sierra, hijos del propietario de Omar's Creole Grub, lo hicieron de nuevo, sus obras hechas a base de brillantes colores y basadas en el acontecer diario de Belice, parecieran cobrar vida desde los lienzos. El rastafari local, Tyrone Lockwood, conocido por sus trabajos en madera, ofrece con orgullo sus tazones y animales tallados en ziricote (palo fierro). Sheldon Duncan, capitán de playa en el complejo hotelero de Chabil Mar, tiene a la disposición sus salchichas de langosta a la parrilla; el aroma de sus productos se esparce por toda la calle y atrae multitudes. Las vecinas que habitan a lo largo de la calle salen con sus sillas de jardín y sus bebés, y los sientan en sus regazos para juntos contemplar como los turistas que vienen de visita a su país disfrutan de las vibrantes escenas. "¡Merey a la venta!" (se escucha el anuncio hecho por parte del mismo hombre que se encargó de recoger los frutos y prepararlos por su propia cuenta). Lizard Juice, una creación de Caye Caulker (y la favorita de los lugareños), está a la venta rememorando una moda que evoca un puesto de limonada.
La Asociación para el Desarrollo de la Industria del Turismo de Belice (BTIA, por sus siglas en inglés) y el Club Rotario participan con sus tiendas de cerveza, que son atendidas por voluntarios de la localidad. La sociedad protectora de animales de la localidad tiene una "cabina para besitos" en la que, a cambio de un generoso donativo y sin importar el monto de su aporte, usted puede recibir los "besos" de cariñosos perritos y gatitos. Se escucha el golpe de un tambor metálico percutido con buen ritmo por un hombre vestido de garífuna y los niños corren por la acera con sus vasos de granizado medio vacíos y el rostro rojizo y pegajoso; mostrando con orgullo las medallas recibidas luego de su participación en la carrera de 5 km que tuvo lugar esa mañana en Seine Bight.
La esencia del arte en Belice se ve expresada en su brillo, audacia y desparpajo; al igual que su territorio y que las personas que conviven allí y que hacen arte. No hay nada de sutil o tímido en él. Si usted decide caminar por las calles de Belice, será testigo de hermosos paisaje de guacamayos con matices escarlata acurrucados en las ramas de algún árbol frutal, o de peces aguja de nariz afilada saltando hasta lo más alto al quedar enganchados por el anzuelo de algún pescador criollo que no puede ocultar su emoción, o de las porciones carnosas y redondeadas de una hermosa bañista beliceña cubiertas parcialmente de arena. "-¡Eso es lo que somos, eso es lo que hacemos, eso es lo que nos hace sentir orgullosos!" -exclama su arte. Las damas mayas tienen sus cestas tejidas de paja listas para ser exhibidas, sus mantas bordadas que contienen gemas elaboradas con cuentas y pipas de arcilla para ofrecer en venta. Granola, pasta de cúrcuma de raíz entera, exfoliantes a base de café, aceite de coco y otros productos naturales, elaborados localmente y provenientes de distintas regiones del país, pueden ser suyos por tan solo la mitad del precio que pagaría por ellos en América del Norte. Son naturales, auténticos, de elaboración casera y artesanal, tal como debe ser la verdadera representación de la cultura de Belice a través de su arte. Itz'ana lo invita a venir a caminar por nuestro famoso bulevar el próximo mes de febrero en el XVII Festival Anual de las Artes Urbanas. ¡No se arrepentirá!