La directora de ventas de Itz'ana, Shaylene Todd, nos presenta a uno de nuestros propietarios..
Tras el anuncio de que Belice va a prohibir todas las formas de plástico de un solo uso y la espuma de poliestireno para el Día de la Tierra en abril de 2019, la conciencia medioambiental ya no es solo un concepto abstracto aquí, sino una obligación que cumplir. Como residente de Belice desde hace cinco años, me siento muy orgullosa de vivir en este país que está siendo reconocido a escala mundial por sus esfuerzos de conservación: fue, por ejemplo, el primer país del mundo en poner una moratoria a todas las perforaciones petrolíferas y de exploración en alta mar. En Itz'ana, nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de ser conscientes de nuestros recursos y tenemos el honor de presentaros a nuestro propietario más veterano y futuro residente, Harry White, uno de los padres fundadores del "movimiento ecologista".
Harry tiene 89 años y le han diagnosticado un cáncer de vejiga que ha decidido no tratar. Durante las vacaciones de Pascua, cumplió uno de los puntos que le quedaban en su lista de deseos al venir a Belice y bucear en las azules aguas del Caribe. Amante del océano desde hace mucho tiempo y campeón de natación de la flota atlántica en una ocasión, meterse en el agua de nuevo era una necesidad para él. Venir a Belice, en particular, era uno de sus sueños por su papel construyendo un mundo más sostenible.
Acompañado por su hija Kathleen, propietaria de una villa propia en Itz'ana, tuve el privilegio de compartir el desayuno con Harry y aprender más sobre su vida y su legado. Y menudo legado es...
Tras un período de cinco años en la Marina estadounidense, este veterano de guerra trabajó durante 38 años en los Laboratorios Bell, el instituto que está detrás de inventos como la radioastronomía, el transistor y el láser. Como uno de los 200 miembros del personal técnico del departamento de física del estado sólido, trabajó en iluminación LED y, tras diez años de perseverancia, en 1972 inventó dos de sus pilares fundamentales: la luz LED roja y verde.
Este descubrimiento condujo al uso generalizado de la iluminación LED en la vida cotidiana, como los primeros teléfonos con botones luminosos, las lámparas indicadoras, los circuitos, los semáforos y las pantallas digitales. Solo en los últimos veinticinco años se descubrió el LED azul y -con los tres pilares en su sitio- esta luz blanca es capaz ahora de durar 100 años y consumir solo una centésima parte de la energía que la corriente normal. La eficiencia energética de los LED sigue aumentando a medida que los costes de fabricación, materiales, distribución y diseño empiezan a disminuir, al igual que, sobre todo, su huella de carbono asociada.
Harry trabajó junto a seis premios Nobel, responsables de la invención del transistor, el semiconductor, la energía fotovoltaica y el dispositivo de par cargado, grandes desarrollos que crearon millones de puestos de trabajo y allanaron el camino a las iniciativas ecológicas. Harry describe esta época de su vida y de la historia, como la Era Dorada. "Había muy poca vulgaridad y eso hacía que todo fuera agradable", dice. "Todo el mundo estaba dispuesto a ayudarse". Describe el proceso de descubrimiento como lento, pero que a través de un importante esfuerzo de equipo -de todos, desde físicos teóricos hasta maquinistas- se lograba una eficiencia cada vez mayor. Cuando eso ocurría, declaraban "¡hot ziggity!" y luego se esforzaban por repetir y mejorar sus resultados.
La dinámica entre padre e hija en este desayuno fue muy entrañable. "Siempre está presumiendo de mí", me dijo él, a su humilde manera. Como prueba de ello, Kathleen continuó describiendo cómo "él podía construir cualquier cosa", y contó lo orgullosa que se sintió cuando, en 1974, siendo una joven estudiante en clase de ciencias, soldaron la luz LED que su padre había creado a una célula solar que había fabricado su amigo. La sacaron por la ventana y, al sol, ¡se iluminó! Harry explica que ver sus LED en usos prácticos, marcando la diferencia, es lo que consideraría su mayor logro.
A pesar de insistir, con una sonrisa, en que es "un tipo tranquilo", Harry pasó a contarme sus años de voluntario en una sala de urgencias de Nueva Jersey, donde hacía "cosas menores para ayudar". Los pacientes siempre tenían frío y él les llevaba una manta caliente y les decía "puedo ocuparme de sus problemas, solo dígame cuáles son". Tras un gran susto de salud, se trasladó a San Francisco para estar con su familia en el valle de Napa. A pesar de su edad y de que su salud se debilitaba, lo primero que quiso fue un coche. Surcó las carreteras y los acantilados para llegar al pueblo, donde negoció con todo el mundo para que le diera libros gratis. Entonces mandó hacer un carro desde el que empezó a regalar miles de libros a los pacientes. Una vez más, se convirtió en la cara sonriente que la gente necesitada esperaba ver.
Con un historial de desarrollo en la economía sostenible, Belice obtiene su energía principalmente de recursos renovables, concretamente de la energía hidráulica y de la biomasa. El objetivo final es eliminar la dependencia de la energía derivada de los fósiles importada, con el compromiso de fomentar el interés en los campos de la energía solar y eólica. En Itz'ana, a través de nuestro uso de la energía solar y nuestro compromiso con la sostenibilidad, estamos alineados con esta iniciativa. No puedo dejar de pensar en todas las formas en que Harry y sus queridos compañeros sentaron las bases para hacer de esto un objetivo alcanzable, y estoy encantado de que se encuentre entre nuestro grupo de propietarios. Con sus sabias palabras, "la dedicación tiene su recompensa", me quedo con la idea de que, con un compromiso y una humildad como los de Harry y, por supuesto, armados con su LED, nos espera un futuro más sostenible.
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