Uno de nuestros valores fundamentales en Itz'ana es nuestro espíritu pionero. ¿Pero qué significa esto en concreto? Sin duda, se refiere al espíritu que nos llevó a un destino tan intacto e intrépido al principio y lo que nos impulsó a crear experiencias de lujo en la selva en Ka'ana Resort. Siempre ha sido nuestro objetivo dar un paso más en este tipo de experiencia en Itz'ana.
A medida que nos acercamos a la apertura de nuestras puertas al público por primera vez, nos tomamos un tiempo para hablar con una serie de miembros de nuestro equipo de proyecto para conocer su punto de vista sobre lo que se necesita para ofrecer un complejo turístico sin parangón como Itz'ana.
Preguntamos al cofundador de Itz'ana, Colin Hannan, cómo abordaron él y sus socios el proyecto desde sus inicios. "Itz'ana siempre ha tratado de ofrecer una sensación de lugar única; de rendir homenaje al increíble destino que nos rodea. Así que cuando llegó el momento de hacer realidad esta visión, tuvimos cuidado de diseñar basándonos en nuestro entorno local, haciendo todo lo posible por conseguir materiales en Belice siempre que fuera posible. Cuando no pudimos encontrar artículos aquí, buscamos en Guatemala y México, y solo después en otros lugares si era necesario".
Siempre hemos hecho un esfuerzo adicional para abastecernos a nivel local. "Por ejemplo, el uso de la vid de Bejuco para las pantallas de privacidad", dijo el director del proyecto, Shawn Marshall. "Se eligió porque es local, es sostenible, tiene buen aspecto y es duradera. Sin embargo, significa que tenemos que hacer que nuestro equipo vaya al bosque en un momento específico del mes, bajo la luna llena, para cosecharla. La almacenamos, luego la tratamos tres veces para asegurarnos de que está totalmente protegida y es resistente, y luego la instalamos. Y es sobre todo por estética; no es un material estructural. Es mucho trabajo, pero queda muy bien".
Como puedes ver, cada pequeño detalle se ha planificado minuciosamente para que coincida con nuestra visión de la sostenibilidad y el lujo. Los materiales que utilizamos para construir fueron de origen local y regional, como maderas duras sostenibles de los bosques del sur de Belice, azulejos mexicanos hechos a mano y lámparas de araña tejidas a mano por artesanos guatemaltecos. Al seleccionar a nuestros subcontratistas, buscamos solo a los mejores: desde herreros, muralistas y carpinteros hasta ingenieros solares, fabricantes de piscinas y otros. Cada detalle se ha personalizado, hasta los marcos de los cuadros.
"Trabajamos con 174 proveedores diferentes, cada uno de los cuales requiere una amplia gestión y coordinación", dice la directora de diseño Elizabeth Cochran. "Desde candelabros y mesas hechos a medida para el Gran Salón y lámparas vintage de Ciudad de México hasta azulejos hechos a mano en Mérida (México) y accesorios de iluminación personalizados hechos por herreros de Antigua Guatemala, el nivel de detalle es increíble. ¡Y eso sin incluir a nuestro muralista de Nueva York ni a nuestros artistas de Los Ángeles y Toronto! Es una verdadera fusión internacional".
Incluso tenemos nuestro propio equipo de carpintería en las instalaciones para construir mesas, sillas y persianas, así como tarimas, pisos y techos a medida. Fuera de los espacios públicos, tenemos 11 residencias diferentes que incorporan 34 distribuciones de habitaciones distintas, todas ellas diseñadas a medida. No hace falta decir que nos mantiene muy ocupados.
El resultado final será, sin duda, un elemento diferenciador de Itz'ana. Hasta ahora hemos dedicado más de 74 000 horas de trabajo al proyecto, para conseguir una construcción final de más de 256 000 pies cuadrados de espacios personalizados. El verdadero corazón de Itz'ana es la Gran Casa, un guiño a las grandes fincas caribeñas. Para conocerla mejor, hablamos con el diseñador de interiores Samuel Amoia. "La parte más intrigante y que más tiempo ha llevado del diseño ha sido la Gran Casa: cada habitación es totalmente única y diferente, lo que genera esa sensación de historia al recorrerla, algo que es muy importante para Itz'ana. Pero eso significa que necesitamos un equipo diferente para construir un piso de madera que un piso de baldosas o de hormigón. Y para garantizar una transición sin fisuras entre ellos, tuvimos que diseñar cada centímetro con mucha intención. Hacen falta muchos equipos diferentes para trabajar juntos y cohesionarlos, y el número de variables es asombroso. Eso es lo que hace que sea más satisfactorio ver cómo se hace realidad".
Este sentido ecléctico del estilo es fundamental para el proyecto, y se incorpora sistemáticamente en todos sus aspectos. "Invertimos mucho tiempo en idear y diseñar una gran variedad de estructuras para crear un entorno completo", dijo el arquitecto Roberto de Oliveira Castro. "El proyecto se diseñó para que se sintiera natural y, al mismo tiempo, creara una completa sensación de lugar. Con una amplia gama de casas y habitaciones de huéspedes con una estética similar pero de diseño variado, Itz'ana se distinguirá de todo lo demás".
¿Cómo se traducen todos estos detalles de construcción y diseño en la experiencia de los clientes? Hablamos con el chef Dean Uren sobre el proceso de dar vida a nuestro restaurante del mar a la mesa, Limilia.
"Limilia es la pieza central de la Gran Casa, y su creación ha incorporado muchas variables. Ha sido muy importante que haya una estricta cohesión entre la arquitectura, el diseño de interiores, la iluminación, la marca, el diseño de los uniformes, las normas de servicio y las adquisiciones operativas para poder ofrecer una experiencia memorable. Todos estos factores se combinan para formar la base de la experiencia, sobre la que se construyen nuestros menús de comida, vino y bebida. Así, cuando los clientes entren a cenar, no será un restaurante cualquiera, sino una experiencia totalmente inmersiva en la que podrán ver, saborear y tocar la pasión que se ha puesto en este espacio concreto. Para ofrecer una experiencia tan increíble como esta, se necesita una enorme organización por parte de más de una docena de equipos diferentes".
Cuando nos pusimos a crear este proyecto, sabíamos que estábamos intentando algo que no se había hecho antes. Itz'ana ha sido construido a propósito para ser único en su género. "Llevo más de 30 años trabajando en este sector y nunca he visto algo así", dice John Fareed, director general de Horwath HTL. "Lo que vamos a conseguir aquí es algo que sencillamente no tiene parangón, ¡en ningún lugar del mundo! Habría sido mucho más fácil de construir si se tratara de un diseño mucho más sencillo, pero admiro la profundidad de la atención que se ha prestado a cada uno de los detalles aquí, y garantiza que Itz'ana destacará".
Cuando pensamos en construir un nuevo tipo de complejo turístico de lujo, imaginamos algo verdaderamente único, sostenible y lujoso. Estamos increíblemente orgullosos de lo que ahora está cobrando vida, y estamos deseando que lo experimentes por ti mismo.